Diana fue reclutada de manera forzosa en Bogotá por una compañera de la universidad donde ella estudiaba. Junto a ella otras 14 mujeres fueron reclutadas por las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia). A partir de ese momento, su vida dio un giro inesperado.
Amenazaron con asesinar a su hijo y a toda su familia si intentaba escapar. Ella contaba los días, esperando ser libre. En una libreta marcaba cada día que pasaba.
"¿Cuánto tiempo más, estaré acá?"
4 años
6 meses
8 días
SER UNA PERSONA INSENSIBLE ERA PRIORIDAD PARA LA GUERRA
Tiempo en que Diana duró en el conflicto.
Uno de sus compañeros le regaló una iguana. Ella se convirtió en su compañía permanente. Nunca se fue de su lado desde el momento en que llegó a sus manos.
Era su compañía, su compañera en el día a día. A ella le contaba sus secretos, los que no podía contarle a nadie más por temor a parecer débil. La iguana le ayudaba a soltar toda la ira, la rabia y la tristeza. Era quien la consolaba, la escuchaba, era su lugar de vulnerabilidad.
Solía acompañarla siempre en el bolsillo del pantalón de la pierna izquierda o en su cadera.
Cuando la iguana murió, Diana y algunos compañeros la enterraron debajo de unas piedras. A ella pudo hacerle el duelo que nunca pudo hacerle a sus compañeras asesinadas.
"La guerra causó una herida muy grande, una herida que nunca cerró, llena de dolor, sufrimiento y violencia."
Sobre el proyecto
Pinturas
Desde el inicio de los laboratorios, Diana decidió pintar. A pesar de haber hecho teatro y danza anteriormente, nunca se había enfrentado a este medio de expresión. Representaba para ella un reto y una oportunidad: buscar un modo de transformar en imágenes dos de las historias más importantes que vivió durante su participación en el conflicto. Esos cuadros simbolizan su duelo y son, a la vez, un homenaje a esas 14 compañeras que Diana perdió en la guerra, pero que siguen vivas en su memoria.
Camuflaje perfecto
La magia de ellas
PROCESO DE CREACIÓN
Hoy, Diana se ha dedicado a ayudar a otras mujeres excombatientes del conflicto en Colombia. Creó la Fundación Manos para la Reconciliación para acogerlas y darles apoyo psicosocial. Aprovecha su experiencia de dolor y sanación para apoyar a otras en sus procesos propios. Además, Diana participa de distintos procesos de construcción de memoria a través del arte. Fue parte de la obra de teatro “Victus, la memoria”, la cual reunió a excombatientes y víctimas del conflicto en un proceso de diálogo y exploración del cuerpo.